domingo, octubre 28, 2012

Dust in the wind

El cielo estaba ligeramente encapotado.
Olía a madera y a campo, la naturaleza mantenía un harmonioso silencio. La tranquilidad inundaba el ambiente.
El silencio lo rompió el ruido de tierra moverse, de metal golpeando piedras, de forma constante y continua. Seguido de cortos periodos de silencio. El olor a humedad, y a tierra comenzó a triunfar por la zona.
Mientras un pájaro, no sabría decir cual, pero supongo que un cuervo, graznó. Y su eco reverberó, en cada esquina llenando los oídos en un segundo interminable.
El vello de los brazos se erizó y un frió estremecimiento les recorrió la espalda.
El cielo seguía cerrado y una extraña sensación dejaba el ambiente cargado de mal estar.
Quizá era pena y remordimiento.
Volvió el sonido de tierra golpeada, el sonido tan característico en los huertos. Constante, marcándose en los tímpanos, con la humedad entrando por la nariz hasta los huesos.
La angustia, el miedo y una tensión sin sentido rodeaba el ambiente, hasta el punto de dar la sensación de parar el tiempo. Cuanto mas despacio parecía ir el tiempo mas rápido iban los corazones. Parecía escucharse el monótono retumbo. No se podía dejar de escuchar.
El corazón se aceleraba.
Las lágrimas afloraban, mientras los sentimientos surgían. Dolor.
Hasta que todo se acabó y el tiempo se aceleró. Y con efecto contrario se dejo de sentir el golpeteo rítmico del músculo cardíaco.
El silencio volvió a reinar mientras la tristeza se apoderaba del adiós.
Bajaba.
Hacia la humedad de la tierra, donde la oscuridad se hizo cada vez mas intensa, hasta que fue completa.
Y así, sin olor ni color, en silencio, con sabor a hasta siempre.
Llegaba el final de una vida.
Seguirás estando dentro del corazón.

Del que se va.

De los que se quedan

miércoles, octubre 24, 2012

Miedo a la vergüenza (nivel amor)

Ron.
Mantenía la mirada fija en el color cobrizo de su bebida, mientras los hielos mantenían el control del frío . Siempre dos hielos. Y nunca dejar que se consuman.
Alzo su mirada cuando sitio el aire entrar por la puerta.
La vio entrar.
Ojos azules como las aguas de las Cíes, de una profundidad atrayente, como el péndulo de un hipnotizador.
Altura media pero cuerpo esbelto. Estilizada, como la mejor pieza de arte de un escultor griego, tallada por un orfebre.
Fue su forma de andar lo que no le dejo separar la vista de ella.
Mirada picara, labios sensuales.
Sin hacer caso a nadie se sentó en una mesa sola.
Volvió a su bebida mientras la belleza de la recién llegada se le clavaba en las pupilas. Era mucha para él.
Siempre con actitud derrotista. Siempre creyéndose inferior.
Se termino el Ron más rápido de lo normal y pidió otro.
Porque se iba a levantar, iba a acercarse a la chica y se iba a quedar con cara de estúpido. No sabia que le podía decir. Que ingenuo.
"hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes" Una frase celebre de alguien al que no recordaba, se le paso por la mente.
Alzo los ojos. Se intercambiaron miradas. Pero él la desvió, huidizo.
Que vergüenza, pensaba.
Pero su corazón se aceleraba con esos ojos. Eran un cielo, una claridad mejor que el fondo de una botella.
Pero era un cobarde.
Se repitió mas de una vez el cruce de miradas, siempre con el mismo resultado, mientras ella escribía algo en una servilleta.
Ya no sabía que hacer, llego a pensar que ella se estaba riendo de él.
Pero los acontecimientos actuaron sin remedio.
Ella termino su café, lo pagó y se acercó.
Le dejó una nota.

¿Y que habría pasado si te hubiese acercado? ¿ que habría contestado?
Pues te vas a quedar con las ganas de saberlo. Muchas noches, en la soledad de tu cama, pensaras en lo que pudo haber sido y no fue. Pensaras en mi, si, muchas noches, y estoy segura de que siempre llegaras a la misma conclusión, de que fuiste un cobarde y un autentico gilipollas por preocuparte mas por lo que yo pensara de ti que por lo que tu sentías en ese momento. A lo mejor durante el día no pensaras en mi y te dará igual no haber sido valiente entonces, pero se que lo lamentaras cuando llegue la noche.

Y se fue.
Leyó la nota. Se quedó en shock. ¿Que habría pasado? pensó.
Reaccionó. Dejó el dinero de las copas y sin terminar la bebida, salió corriendo del bar.
Corrió a por ella.
Corrió.
Y corrió.
La llamó, exhausto.
Ella se giró.
Volvió a ver esos ojos azules, azules como el mar.
Azules como el cielo al que tuvo que viajar.
Parado como estaba en plena carretera un coche lo arrolló.
Lo ultimo que vio fueron sus ojos.
Mientras su mente pensaba.
"hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes"
Demasiado tarde.


martes, octubre 09, 2012

C35

Descifrando el pasado de su disfraz, de lastima y culpa.
En la vida no se puede retroceder y los borrones pueden ser un leve tachón o una porquería en la hoja. Pero se sigue el camino, en busca de la siguiente parada de un autobús que tiene una única parada.
La gente sube y baja del autobús, a los indeseables se les echa, pero algunos deciden bajar por su propio pie.
Pues adiós, si no aceptas la ruta vete andando.
Este conductor ya no va a mirar por el retrovisor, si quieres dedicarte a seguir su ruta cada uno es libre, pero apearse voluntariamente de un autobús supone pagar un nuevo billete para subir.

El autobús prosigue su ruta tras su derrape en el barro, después de salpicar mierda a los transeúntes  una lastima el volantazo. Pero con todo estabilizado una nueva ruta se muestra en sus faros.
El autobús seguirá su ruta con nuevo y grandes planes, las ruedas ya no se encallaran porque ya sabe cuando poner las cadenas, quizá es mas fácil mirar desde fuera que verse en el atasco. Las lecciones que las den otros, ya que saben mucho de todo.

El autobús se va con la música mas alta que nunca.

Si no te vuelvo a ver, 
no quiero despertar; 
la realidad no me abandona. 
Busco un mundo mejor 
y escarbo en un cajón
por si aparece entre mis cosas. 

Buscando mi destino, 
viviendo en diferido 
sin ser, ni oír, ni dar.
Y a cobro revertido 
quisiera hablar contigo, 
y así sintonizar.

Despido a este autobús  recordando esa magia de poder aparecer en cualquier lugar, esa magia que solo los juegos de rol pueden aportar. C35 único.

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Me parece sorprendente la enorme variedad de interpretaciones que tienen mis entradas. Me gusta que no se termine de comprender lo que expreso, aunque a veces parece mas por falta de atención  pero me alegro que aparezcan nuevas formas de verlo.