Las puertas del tiempo y el espacio, las puertas del caos, la entropía del cosmos y las almas.
Cuando se juntaron, eran un grupo muy dispuesto, preparados para infiltrarse en las artes mas oscuras. No había lideres, solo importaba el conocimiento.
Cuando se juntaron, eran un grupo muy dispuesto, preparados para infiltrarse en las artes mas oscuras. No había lideres, solo importaba el conocimiento.
Los experimentos aumentaron, y cada uno fue buscando su propio camino, solo las reuniones les mantenían unidos.
Pero el ser humano es débil y con tendencia a la corrupción, las ganas de poder y la falta de comunicación provocaron que la charlatanería hiciese mella, fundido con una falsa calidez.
Y llego la noche, en la que todo se teñiría. La noche en que la luna se refugio en la oscuridad. Llegaron al sótano de los rituales, el lugar por todos sagrado.
Formaron un circulo alrededor de la mesa en donde todo tendría lugar. Y comenzó el recital de versos, Todos tenían su parte, todos tenía un objetivo, cada uno una cosa. Eso decía la teoría, pero la avaricia llamo a sus corazones, y una disputa de poder creo el conflicto.
Las bombas estallaron, la fisura quebró los mundo y la caja se destapo, para comenzar a salir lo peor de cada uno en la búsqueda del poder.
Los 4 poderes surgieron mientras aun se escuchaban los versos en el viento
Time
Has taken its toll on you
The lines that crack your face
Famine
Your body it has torn through
Withered in every place
Pestilence
For what you have had to endure
And what you have put others through
Death
Deliverance for you for sure
There is nothing you can do
Con la liberación de la maldad, sus destinos fueron muy dispares.
Alguno dejó su corazón ardiendo, consumiéndose, palpitando sin destino.
Otro escapo corriendo, volando en la linea de la locura.
Uno recogió los restos de los ardientes infiernos danzando en plataformas de hielo.
Otro se paralizo y sus ojos grabaron el caos mientras su mente quería ahogarse en unas lagrimas que no brotaban.
El ultimo, al que llamaron detonador, quedo consumido en cenizas, desapareciendo su esencia en la voragine de destrucción. .
Todos sufrieron un terrible cambio, nada volvió a ser igual, pero de las cenizas no todo estaba perdido y un brote surgió, un brote de esperanza.
Llegó el otoño; llegó la muerte...
¡Mas no para todos!
Hoy morirán hojas y animales.
Mas no morirán para siempre y, en su transformación de mañana
darán
con más calor
a la tierra,
de su muerte,
pasado mañana,
brotes de esperanza.
Y yo no he muerto.
Me alegro de la lluvia
y me alegro del viento.
Si tengo frío, me caliento;
si tengo miedo, ¡Que no lo tengo!,
susurro y pienso...
y para mañana
ya me he comido mi pequeña ración de esperanza.