miércoles, octubre 24, 2012

Miedo a la vergüenza (nivel amor)

Ron.
Mantenía la mirada fija en el color cobrizo de su bebida, mientras los hielos mantenían el control del frío . Siempre dos hielos. Y nunca dejar que se consuman.
Alzo su mirada cuando sitio el aire entrar por la puerta.
La vio entrar.
Ojos azules como las aguas de las Cíes, de una profundidad atrayente, como el péndulo de un hipnotizador.
Altura media pero cuerpo esbelto. Estilizada, como la mejor pieza de arte de un escultor griego, tallada por un orfebre.
Fue su forma de andar lo que no le dejo separar la vista de ella.
Mirada picara, labios sensuales.
Sin hacer caso a nadie se sentó en una mesa sola.
Volvió a su bebida mientras la belleza de la recién llegada se le clavaba en las pupilas. Era mucha para él.
Siempre con actitud derrotista. Siempre creyéndose inferior.
Se termino el Ron más rápido de lo normal y pidió otro.
Porque se iba a levantar, iba a acercarse a la chica y se iba a quedar con cara de estúpido. No sabia que le podía decir. Que ingenuo.
"hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes" Una frase celebre de alguien al que no recordaba, se le paso por la mente.
Alzo los ojos. Se intercambiaron miradas. Pero él la desvió, huidizo.
Que vergüenza, pensaba.
Pero su corazón se aceleraba con esos ojos. Eran un cielo, una claridad mejor que el fondo de una botella.
Pero era un cobarde.
Se repitió mas de una vez el cruce de miradas, siempre con el mismo resultado, mientras ella escribía algo en una servilleta.
Ya no sabía que hacer, llego a pensar que ella se estaba riendo de él.
Pero los acontecimientos actuaron sin remedio.
Ella termino su café, lo pagó y se acercó.
Le dejó una nota.

¿Y que habría pasado si te hubiese acercado? ¿ que habría contestado?
Pues te vas a quedar con las ganas de saberlo. Muchas noches, en la soledad de tu cama, pensaras en lo que pudo haber sido y no fue. Pensaras en mi, si, muchas noches, y estoy segura de que siempre llegaras a la misma conclusión, de que fuiste un cobarde y un autentico gilipollas por preocuparte mas por lo que yo pensara de ti que por lo que tu sentías en ese momento. A lo mejor durante el día no pensaras en mi y te dará igual no haber sido valiente entonces, pero se que lo lamentaras cuando llegue la noche.

Y se fue.
Leyó la nota. Se quedó en shock. ¿Que habría pasado? pensó.
Reaccionó. Dejó el dinero de las copas y sin terminar la bebida, salió corriendo del bar.
Corrió a por ella.
Corrió.
Y corrió.
La llamó, exhausto.
Ella se giró.
Volvió a ver esos ojos azules, azules como el mar.
Azules como el cielo al que tuvo que viajar.
Parado como estaba en plena carretera un coche lo arrolló.
Lo ultimo que vio fueron sus ojos.
Mientras su mente pensaba.
"hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes"
Demasiado tarde.


4 comentarios:

  1. Paula Xirasola8:52 p. m.

    MUY MUY BUENA. Nuevamente me recuerdas a Murakami, sigue así

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  2. Jaja la frase fue de yoda, creo, el "no" siempre se tiene así que hay que ir a por el si.. muy bueno.

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    1. Muy bien Montse no esperaba menos de ti. Yoda a Luke en el Imperio contraataca

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