domingo, septiembre 23, 2012

"Análisis" que recuerdos

Buscando en el baúl de los recuerdos.
Después de tanto tiempo. Vuelve a estar ahí. Como un remake pésimo de un clásico antiguo.
Este texto que iba a ser canción lo escribió un amigo.

Bienvenido a la desconfianza 
al mundo de la soledad 
donde no puedes dar un paso 
sin empezar a odiar 

Tus ansias de traición 
tu busqueda del dolor 
¿Temes que al ser feliz 
dejes de ser quien eres? 

Te gusta sufrir 
¿Pues sabes? 
Sufre 
que con gusto 
no duele 

Tu falsa comprensión 
me hace sospechar 
si quieres ser mejor 
o lo quieres aparentar 

Tu escudo de agresión 
resulta tan patético 
no quieres enfrentarte 
a la puta realidad 

Te gusta llorar 
por dentro 
Sin lagrimas que soltar 
lamentos 

Siempre supiste que 
no eras como los demás 
siempre quisiste ser 
algo mas 

Tu sumergida superioridad 
empieza a aflorar 
cuando notas que 
empiezas a gustar 

Te gusta ser 
distinto 
Pues así puedes 
destacar 

Es verdad que aquí 
nadie es igual 
pero tu no eres quien 
para juzgar 
quien es mejor 
ni peor

Monday, September 18, 2006 
De: Prisioneros de la rueda

Es un "análisis" de como me veía el, quizá no cambiase mucho en todos estos años. 
Ahora el autor ya no es amigo, porque consideró que no podía decirme las cosas. Aunque soy un gruñón, los enfados no me duran, pero sin ni si quiera saber porque, perdí una amistad por ser como soy. Lo que mas pena me da es que me consideraba muy parecido al autor, pero a mi no me duraban las cosas y a el le molestaba yo. Demasiadas igualdades, a mi me encantaban a el no. Una pena.

Parece que en 6 años y 5 días no cambie tanto, para bien o para mal.

1 comentario:

  1. Voy a contestarte Dani. Siento la absurda necesidad de hacerlo porque quiero aclarar algunas cosas que dices:
    Lo primero, que sepas que sigo tu blog. Lo sigo para ver cómo te va desde la distancia, para ver si al final sirvió de algo lo hablado, si de alguna forma hiciste algo de lo que te pedí o si, por cualquier motivo, cambiabas en ciertos aspectos.
    He de decir que me sorprendió tu otra entrada, la del cactus, porque cambia bastante (aunque no del todo) con lo visto hasta entonces, en lo que solo notaba que te ibas relajando pero con el mismo telón de fondo de siempre.
    Yo no consideré que no pudiera decirte las cosas. No voy a repetir las cosas que te dije (haz memoria si quieres) pero te las dije bien claro y te pedí algo a cambio de que yo superase el mal rollo que tenía contra ti e hiciese un esfuerzo por deshacerme del malestar que sentía con tu simple presencia. Te dije que llevaría tiempo, a ambos, conseguirlo porque no era fácil. Tú callaste mucho en aquella conversación y pensé que estabas “otorgando”. Pero al poco tiempo seguiste insistiendo en seguir hablando y hablando, pero no cedí y no quise ni cogerte el teléfono, porque no quería ablandarme y tú eras un gran chantajista emocional. Querías recuperar la amistad por la vía rápida pero yo no quería porque sabía que eso era pan para hoy y hambre para mañana y quería poner punto y final a esa situación. Después de un par de meses de incomunicación, cedí un poco, aún sin haber cambiado nada realmente, porque Rocío me lo pidió como un gran favor y porque en el fondo yo no quería estar a malas contigo. Pero entonces empecé a ver otras cosas, otros comportamientos y actitudes. Cosas que no iban directamente conmigo pero que no hacían más que confirmar lo que te dije que pasaría de seguir así y no solo eso, sino que además ibas a peor. Y fue entonces cuando decidí cortar por lo sano totalmente. Porque si veo que alguien está atacando a otras personas con el único objetivo de quedarse satisfecho y lleno de razón haciendo daño y usando para ello cualquier arma a su alcance, me da igual todo lo majo que sea conmigo o lo interesado que esté en ser mi amigo. Me hubiera sentido bastante hipócrita si, a pesar de todo, hubiera seguido quedando contigo.
    Aquí no hay santos y todos tenemos nuestras manchas en el alma, pero no se trata de eso, sino de que has perdido mi confianza. Porque realmente no eres un “Espadachin de la palabra”. No se si tu visión del espadachín se basa en la idea romántica de los mismo pero si es así, un espadachín es elegante y honorable. Sin embargo, cuando la batalla llega a cierto punto en el que las cosas se te ponen feas, tú te deshaces de ambas cosas y atacas con puñales emponzoñados, con patadas, mordiscos y arañazos. Eres capaz de sacar todo el arsenal. Eres capaz de lanzar las bombas H que seguramente, en algún momento del pasado, te prometiste no usar.
    Espero que tras esto, si realmente no fue un fallo de memoria, por fin te hayan quedado claros los motivos por los que ya no somos amigos. No quiero entrar en detalles pero si tú quieres, simplemente recuerda.
    También decirte desde el corazón que el dejar de ser tu amigo es algo que aún a día de hoy me sigue doliendo. Es cierto que teníamos cosas en común, cosas buenas y malas. Pero al final está en la mano de cada uno el que hacer con su vida y con las cartas que le ha tocado jugar. Yo tome unas decisiones y tú otras y realmente lamento tus elecciones, pues creo que te has equivocado mucho. Supongo que no todos tenemos que aprender lo mismo.
    A la espera de que algún día pueda decir “Por fin, lo ha conseguido” te seguiré observando de lejos. Porque aún sigo creyendo que eres una bomba de relojería y no quiero que me pille la onda expansiva cerca, pero tampoco pierdo la esperanza. Espero que el tiempo no me de la razón.

    ResponderEliminar